Anónimo nace en el 2011 en el Valle de Guadalupe, se trató de uno más de muchos proyectos que vio surgir la escuelita de Hugo d’Acosta.

El tiempo, la pasión y la dedicación dieron sus frutos y Anónimo logro posicionarse y crecer en los siguientes años.

Basado en Zinfandel, Syrah y Tempranillo se vinificaron 6 cosechas (2011 al 2016) en Baja California, dando origen a 3 vinos, dos mono-varietales (Zinfandel y Tempranillo) y una mezcla (Zinfandel, Tempranillo y Petite Syrah).

Durante estas cosechas se obtuvieron diversos reconocimientos, sin embargo, siempre se mantuvo una producción en baja escala y de mediana intervención, logrando con ello la consistencia de los vinos a través de los años.

2016 fue un año de cambios y tras mudarnos a Aguascalientes vinieron años de aprendizaje en la vinificación y las características de la zona, tanto en el viñedo como su reflejo en los vinos.

En el 2019 y después de varios años residiendo en Aguascalientes decidimos retomar el proyecto, la madurez adquirida durante los años permitió enfocarse en vinos blancos y tintos de calidad y personalidad.

2020 fue un año decisivo en nuestra historia, la pandemia nos hizo trabajar con más fuerza y encontrar socios estratégicos que se encargan desde acercar nuestros vinos al consumidor, hasta entregar y cuidar las uvas que año con año convertimos en vino; también este año surgió una nueva línea de vinos “Intervención”.

Actualmente trabajamos dos líneas de vinos que se vinifican en 3 bodegas distintas así permitimos estilos distintos dentro del proyecto, logrando que la uva y el terroir sean el hilo conductor añada tras añada.